¿Primera clase? – [Libre]

En realidad ni yo comprendía qué estaba haciendo en ésa maldita escuela, maldita sea (sí). Pero bueno, eme allí y no queda otra.

Al menos espero lograr asesinar a algunos en mi estancia, así como el hijo de puta barbudo de Dumbledore. ¿Qué clase de nombre es ése?

Según dice, de paso es un desviado. Viejo y homosexual. A éste lugar no le falta nada al parecer.

Iba tomando un jugo de calabaza… Nah, ¿a quién engaño?. Odio ése puto jugo. Iba fumando mi pipa de tabaco, tan larga así como las que usan los magos de antaño. Arrojaba el humo a la cara de la gente. Por mera ociosidad entré al salón de clase de Adivinación. Oh, no, resulta que debo dar la primera clase de ésa asignatura. Exacto. A veces olvido que fui contratado para impartirla.

Vestía de negro o algo así y mi cuerpo olía a vainilla (manías), el tabaco posee un dulce aroma, no es como el que usan los muggles.

El aula estaba vacía, de momento, así que me acosté sobre el escritorio y continué fumando. Es divertido ser un vandálico profesor, lo que no es divertido es que en éste puto lugar haya tan poca gente dizque inteligente. Aún recuerdo cuando en Slytherin había gente que valía la pena. Mi “casa”. La única que respeto.

Había pasado parte de la mañana matando orcos con el afeminado de Legola. "Nada como el olor de la sangre de los fucking orcos, al amanecer" Afirmaba el rubio mientras caminábamos por el bosque del fuclk.... ese donde los alumnos aparecen muebles o piedras y dicen incoherencias como "PER-FEC-TO" o algo así... es un bosque tan raro que puedes tener desde ataques de animales hasta tirar entre tanto árbol sin que alguien te vea, curioso lugar, como casi todo el maldito castillo que acabará calcinado, y de eso me encargaré yo.

Tenia la primer clase, clase donde me divertiría mucho y creo lo único que no haría sería aprender, porque, si aprendo algo dudo que tenga que ver con la materia,... pero ya de por sí mi amado hermano es mi profesor en otras cosas.

Al entrar lo vi y fue muy tentador. Me acerqué y me subí sobre él, quitando la pipa.

-Hu mein Bruder, otra materia donde guiarme.- Aspiré su esencia y sonreí.- No sabía que fueras bueno en adivinación,

Al salón de clase arribó Ginny, la mejor estudiante del mundo (o eso dice ella), pero de inmediato llegó mi hermanita bella. Cuando iba a incorporarme del escritorio, mi amada rubia punketa se acomodó sobre mí, quedando así la dama a altura de mi cintura, en una agradable posición que los hermanos no deberían realizar (pero pasa). Me quitó la pipa, yo la miraba sonriente.

– Enseñarte es mi mayor placer, cariño –le dije, mientras yo la miraba en forma anhelante y lasciva. Le dije a Ginny que se había equivocado de salón de clase pero no entendió lo que le dije. Creo que estaba muy entretenida apreciando las caricias entre hermanos.

– ¿Dormiste sabroso anoche? –pregunté a la bella rubia, mientras aprecio de tan cerca su divino rostro–. Creo que debes ocupar un asiento o me iré animando cada vez más y practicar nuevamente detalles sobre placeres orales, se me hará irresistible y tendré que hacerlo –dije, para luego besarla. Beso lindo, excitante, pero no tan extenso como yo hubiese deseado.

Había ignorado a la cosa esa que parecía una zanahoria gigante... me pregunto que pensarán mis wonejos sobre eso, seguro les provocaría hambre y un DAAAH monumental, lindos wonejos, no debí dejarlos solos en la granja del abu Adolf , pueden intoxicarse con judías y no hablo de frijoles.

-Dormir... sabroso, nah, porque no me fuiste a cantar mi canción para poder conciliar el sueño.- Sonreí con fingida inocencia .- Si será mejor dejarlo para después.

Recibí su beso el cual correspondí con momentáneo desenfreno. Luego me separé y me puse de pie para tomar mi lugar, justo enfrente, lamentablemente al lado de la mustia esa que ni idea de como se llama ni ganas tengo de saberlo.

-¿Y en adivinación aprenderemos adivinanzas?- Pregunté mientras con mucha lentitud cruzaba las piernas mirando a mi adorado profesor / hermano / amors.

entre caminando lentamente a la clase de adivinación, ya me habian hablado del profesor, uno demasiado joven que tenia relaciones con su hermana, a mi todo eso me tenia sin cuidadopor lo que no me sorprendió el entrar y verlos a ambos besandose, me dirigí a sentar en uno de los primeros bancos
- siento el retraso profesor - musité, habia que darle el punto que era bastante guapo pero como le gustaba su hermana... no iba a perder el tiempo en querer conquistarlo cuando ya tenia a una

Se sentía fresca y descansada. Había dormido bien, libre de sueños e interrupciones.
Al levantarse, tomó sus libros y demás elementos necesarios para la clase de adivinación.
Desayunó una porción de torta de melaza con te de violetas en el gran salón. Se sentó lo más alejada posible de la multitud, ya que no quería que algún idiota arruinara su estado de ánimo.
Se puso en marcha hacia la clase de adivinación.
Buscó un lugar cerca de la ventana; deseaba sentir la brisa matutina. Al sentarse observó la situación: Habían pocos alumnos y eran en su totalidad mujeres. Una gryffindor, una ravenclaw y una slytherin.
Le pareció ver una mueca desvergonzada en la rubia de Slytherin y que el profesor correspondía. Esperaba haber visto mal, no quería tener a un degenerado por profesor.

Bueno hoy decidi en ir a la clase de adivinacion no tenia nada que perder despeus de apuntarme en esa clase.
Pero en eso...cuando llegue ya estaban un monton de personas, mire al profesor y luego sin mriar a nadie mas me fui a sentar junto a la otra Slytheryn que habia conocido en la sala común no me caia mal de hecho no habiamos hablado tanto.